Volvemos a viajar un año después que el COVID pusiera patas arriba este mundo. Qué ganas teníamos!!! Y seguimos en México, visitando esta vez la costa del Pacífico de Oaxaca: San Agustinillo, Mazunte y Zipolite.
Día 1 – Ciudad de México y San Agustinillo
Volamos una hora hasta Huatulco para recoger el auto con el que conducimos hasta San Agustinillo. Es una hora de trayecto hasta llegar a este pequeño pueblo de trescientos habitantes. El plan es playa, relax y buena comida. Eso sí con el cubrebocas siempre presente, aunque los locales parece que lo ignoran bastante.
Nos alojamos en Casa Bagus frente a la playa. Excelente recomendación!!!
Por la tarde paseamos por la playa, disfrutando de nuevo del aire libre y decidiendo donde cenar. Al final nos quedamos en la Pizzeria La Termita. Cerveza helada, pizza al horno de leña y cena en la arena. Qué más se puede pedir. Regresamos al hotel cansados, pero con ganas de volver a retomar el ritmo de viajar. Nos dormimos con las olas del Océano Pacífico de fondo.
Día 2 – San Agustinillo y Tortugas
Nos levantamos con las olas como despertador natural y salimos a desayunar. Hoy toca Mora Café donde la especialidad son los waffels de la casa y el café de Oaxaca.
Salimos a caminar en la playa de San Agustinillo y pasamos más de dos horas disfrutando del mar bravo de esta zona. Jugamos con las olas, que nos mandan arriba y abajo de la playa, siempre con mucho cuidado porque aquí el mar tiene mucha fuerza. Que bueno desconectar de máquinas y noticias del COVID. Por fin!!
Regresamos al hotel y almorzamos un buen ceviche … como lo echábamos de menos 🙂
Después de descansar nos vamos a liberar tortugas. Conducimos 30 minutos hasta llegar a Playa Escobilla.
Esta zona es famosa por ser el santuario de la tortuga golfina, que llegan a millares. Se trata de recoger un cuenco con crías de tortugas que han desenterrado del tortuguero y dejarlas en la playa para que entren al agua.
Hemos encontrado varios esqueletos de tortugas adultas que no han podido regresar al mar….
… y podemos liberar una decena de crías. Todas han entrado en el mar menos una, que ha sido comida por las gavinas. De cada 100 huevos que pone una tortuga, sólo 1 sobrevive.
Si nunca habéis liberado tortugas, no os lo perdáis … aunque nos gustó más el plan en Troncones o Akumal. Para más información, en nuestro blog.
Por la noche, cenamos pescado a la brasa en el restaurante El Navegante. Os lo recomendamos. Buenas noches!
Día 3 – San Agustinillo y Alquimista
Desayunamos otra vez en Mora Cafe y nos relajamos en las olas de San Agustinillo.
Comemos en nuestro hotel y por la tarde nos maravillamos de las maniobras que hacen los surfistas en nuestra playa con olas de 5 y 6 metros. Impresionante!
Por cierto: nos comentan que ayer un turista se subió a las rocas y un golpe de mar lo tiró y murió. Apareció flotando en la playa y no pudieron reanimarlo. Ya hemos visto varias personas que han tenido que sacar del agua … mucho cuidado si vienen por acá!
Por la noche, visitamos el pueblo vecino de Zipolite … que significa «Playa de Muertos» ya que al parecer la leyenda dice que enterraban los muertos en la playa.
Cenamos en el restaurante más conocido, se llama «El Alquimista». El lugar es impresionante, frente a la playa y con antorchas y velas. Cenamos muyyyy rico!!!
Día 4 – San Agustinillo y Zipolite
Hoy cambiamos lugar de desayuno. Déjamos a los niñ@s en el hotel tomando sus clases online y nos vamos a Casa Aamori (adults only). Es famoso por su pan francés …y por las vistas frente al mar 👌
Decidimos explorar Zipolite, comiendo primero en el restaurante Sal y Pimienta. Es una opción para los que busquen cantidades grandes y primera linea de mar.
La tarde la pasamos en la playa del pueblo … llena de construcciones muy simples y abandonadas. Nos ha decepcionado un poco Zipolite, la verdad.
Por la noche cenamos en el Hotel Monte Uzulu, hotel de diseño local pero con muchos fallos en el restaurante. Hoy es la última noche en San Agustinillo.
Día 5 – San Agustinillo y Huatulco
Teníamos una reserva en Casa La Ola, en el mismo pueblo, pero no nos habían dicho que la alberca es mini y que para acceder a la playa tienes que ir a su club y pagar extra.
Decidimos cambiar de aires, y nos vamos más al sur, a las Bahías de Huatulco.
Antes, última comida en Casa Bagus … qué bien hemos estado!
Huatulco es una zona con grandes hoteles, con acceso privado a las playas y separados uno de otro. Nos quedamos en el Camino Real, un clásico de por aquí. La verdad es que se nota que estamos en pandemia, con poca gente, mal servicio e instalaciones descuidadas. Pero por una noche nos sirve. Lo bueno es que estamos casi solos, así que aprovechamos para sesión de fotos 👍👌👍
Día 6 – Huatulco, snorkel y regreso
Después de desayunar nos vamos a una de las pocas playas con aguas tranquilas: Playa Entrega.
Disfrutamos de un buen rato de snorkel, con peces de varios colores y una morena incluida. Qué buena despedida 👌👌👌
Bye bye Pacífico, nos vemos pronto!